Mucho se ha hablado de la bloguera Yoani Sánchez luego de su vuelta al mundo, pero es curiosa esta nota efectuada por alguien quien dice ser un desertor del D.I de Cuba:
Caso Yoani
Posted on abril 10, 2013 por Luis
Esta reflexión me la envió un amigo que, por motivos de seguridad personal, no quiere revelar su nombre ni salir en la red, pues está siendo monitoreado por la DI como desertor.
Viendo estos videos compartidos por nuestros hermanos de Cuba al descubierto me recordé de lo que tantas veces expresara el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbes, “Miente, miente, que al final algo quedará… …cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá…” y en eso Yoani y el des-gobierno cubano tienen una coincidencia: ella representa muy bien su papel de ministra de propaganda de los “nuevos cambios” en Cuba.
Hablando en la jerga de inteligencia, es bueno estar al tanto de lo que, como bien dice BC en su respuesta, será la “profilaxis o la medida operativa que va a tomar el gobierno cubano a su regreso.” Es de esperar que la encierren (léase escondan) en alguna de sus casas operativas, o en las ya conocidas mazmorras de Villamarista, en compañía de alguna disidente real, para fortalecer su coartada, y aprovechen de paso para rectificar su bien aprendida perorata de “disidente”, pues para los entendidos en la materia y en el análisis de información de inteligencia, está más que claro el personaje que interpreta la bloguera cubana.
Hacer declaraciones sobre los “5 prisioneros del imperio” como lo ha hecho ella, le pueden costar a cualquier cubano penas de hasta 20 años de cárcel, en el mejor de los casos. Este tema ha sido durante más de una década el Leimotif de todo el discurso político gubernamental cubano. Esperemos ver cuánto tiempo va a estar realmente “detenida” nuestra visitante.
Como ex-oficial del Departamento de Seguridad del Estado, especializado en “planes de desqueme” (fortalecimiento de leyendas de los supuestos disidentes), reconozco que hay un trabajo bien esmerado, me refiero al mensaje, pero adolece de credibilidad el contenido, la portadora del mensaje. No hay que ser un erudito en psicología para darse cuenta de las incoherencias del discurso de Yoani y sus contradicciones evidentes.
Como bien dice BC, el cuento de su hijo Teo de 18 años es ridículamente inverosímil e intragable. Muy bien aplica Yoani el “Principio de orquestación” de Goebbels, que refiere que la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. Llevo años siguiendo los blogs de Yoani y son solo eso, una mera repetición de lo mismo, una y otra vez. Esto lo complementa muy bien con otro de los principios goebbelianos, el “Principio de la vulgarización”, que sustenta que toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. He aquí donde Yoani intenta recrear todas sus vivencias en pasajes de su vida personal, sin altas ni bajas, totalmente inmutable e inexpresiva, sin contrastes ni remordimientos.
Muy buena la aclaración de uno de los participantes cuando le dice que no tome a mal la diferencia de pensamiento de su generación, que realmente tuvo que sufrir penas excesivas y la separación por muchísimos años. He aquí uno de los puntos donde Yoani no ha logrado una buena interpretación de su papel de ministra cubana. Es fácil para ella decir que escogió luchar desde adentro, o no abandonar el país y enfrentar al gobierno en la isla. Es más que evidente que desconoce lo que es estar de 10 a 20 años en las cárceles políticas cubanas y sufrir el asedio y el hostigamiento constante de la policía política. Para los que vivimos de alguna forma u otra esa amarga experiencia, es intolerable su discurso. Son incontables los casos que pagaron largos años de cárcel por no hacer ni la décima parte de las declaraciones de las que ha hecho ella.
Qué decir de su libertad “informática e informativa”, sus posibilidades de acceder a internet, a celulares, blogs, twitter, etc. Pregúntenle al cubano común qué le pasa al que sorprenden con internet ilegal en su casa, o enviando cualquier información política delicada hacia el exterior. Los tiempos han cambiado si, hay algunas fisuras del sistema, pero el principio sigue siendo “el corte operativo”. Sus argumentos se desvanecen por sí solos.
Las Damas de Blanco y las otras víctimas de la Primavera Negra en Cuba, fueron sentenciadas por, según la ley cubana”, ser mercenarias del gobierno de Estados Unidos. ¿Cómo es posible entonces que Yoani haga la vuelta al mundo, sufragada por fondos recaudados por detractores de la revolución cubana? ¿Es que acaso cambiaron la definición de mercenario?
Desafortunadamente no es el momento de aportar las pruebas que vinculan a Yoani con la Contrainteligencia cubana y sus expertos en medidas activas, porque la vida de los seres humanos involucrados en este tipo de denuncia es demasiado importante para nosotros. No haremos lo que hizo Fidel cuando, en su frenético y enfermizo intento de denunciar al gobierno de Estados Unidos y sus planes contra Cuba, “quemó” a sus propios agentes, a sus 5 héroes, poniendo en bandeja de plata toda la información que necesitaba el FBI para dar con la conocida Red Avispa.
Esperemos que la nueva Ministra de Propaganda del gobierno castrista, esté lista para el futuro próximo de Cuba, cuando se desclasifiquen las arcas de la seguridad del estado.
Publicado en Crimenes de la Dictadura, Leer y pensar, Noticias de Cuba | Deja una respuesta
Caso Yoani
Posted on abril 10, 2013 por Luis
Esta reflexión me la envió un amigo que, por motivos de seguridad personal, no quiere revelar su nombre ni salir en la red, pues está siendo monitoreado por la DI como desertor.
Viendo estos videos compartidos por nuestros hermanos de Cuba al descubierto me recordé de lo que tantas veces expresara el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbes, “Miente, miente, que al final algo quedará… …cuanto más grande sea una mentira, más gente lo creerá…” y en eso Yoani y el des-gobierno cubano tienen una coincidencia: ella representa muy bien su papel de ministra de propaganda de los “nuevos cambios” en Cuba.
Hablando en la jerga de inteligencia, es bueno estar al tanto de lo que, como bien dice BC en su respuesta, será la “profilaxis o la medida operativa que va a tomar el gobierno cubano a su regreso.” Es de esperar que la encierren (léase escondan) en alguna de sus casas operativas, o en las ya conocidas mazmorras de Villamarista, en compañía de alguna disidente real, para fortalecer su coartada, y aprovechen de paso para rectificar su bien aprendida perorata de “disidente”, pues para los entendidos en la materia y en el análisis de información de inteligencia, está más que claro el personaje que interpreta la bloguera cubana.
Hacer declaraciones sobre los “5 prisioneros del imperio” como lo ha hecho ella, le pueden costar a cualquier cubano penas de hasta 20 años de cárcel, en el mejor de los casos. Este tema ha sido durante más de una década el Leimotif de todo el discurso político gubernamental cubano. Esperemos ver cuánto tiempo va a estar realmente “detenida” nuestra visitante.
Como ex-oficial del Departamento de Seguridad del Estado, especializado en “planes de desqueme” (fortalecimiento de leyendas de los supuestos disidentes), reconozco que hay un trabajo bien esmerado, me refiero al mensaje, pero adolece de credibilidad el contenido, la portadora del mensaje. No hay que ser un erudito en psicología para darse cuenta de las incoherencias del discurso de Yoani y sus contradicciones evidentes.
Como bien dice BC, el cuento de su hijo Teo de 18 años es ridículamente inverosímil e intragable. Muy bien aplica Yoani el “Principio de orquestación” de Goebbels, que refiere que la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. Llevo años siguiendo los blogs de Yoani y son solo eso, una mera repetición de lo mismo, una y otra vez. Esto lo complementa muy bien con otro de los principios goebbelianos, el “Principio de la vulgarización”, que sustenta que toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. He aquí donde Yoani intenta recrear todas sus vivencias en pasajes de su vida personal, sin altas ni bajas, totalmente inmutable e inexpresiva, sin contrastes ni remordimientos.
Muy buena la aclaración de uno de los participantes cuando le dice que no tome a mal la diferencia de pensamiento de su generación, que realmente tuvo que sufrir penas excesivas y la separación por muchísimos años. He aquí uno de los puntos donde Yoani no ha logrado una buena interpretación de su papel de ministra cubana. Es fácil para ella decir que escogió luchar desde adentro, o no abandonar el país y enfrentar al gobierno en la isla. Es más que evidente que desconoce lo que es estar de 10 a 20 años en las cárceles políticas cubanas y sufrir el asedio y el hostigamiento constante de la policía política. Para los que vivimos de alguna forma u otra esa amarga experiencia, es intolerable su discurso. Son incontables los casos que pagaron largos años de cárcel por no hacer ni la décima parte de las declaraciones de las que ha hecho ella.
Qué decir de su libertad “informática e informativa”, sus posibilidades de acceder a internet, a celulares, blogs, twitter, etc. Pregúntenle al cubano común qué le pasa al que sorprenden con internet ilegal en su casa, o enviando cualquier información política delicada hacia el exterior. Los tiempos han cambiado si, hay algunas fisuras del sistema, pero el principio sigue siendo “el corte operativo”. Sus argumentos se desvanecen por sí solos.
Las Damas de Blanco y las otras víctimas de la Primavera Negra en Cuba, fueron sentenciadas por, según la ley cubana”, ser mercenarias del gobierno de Estados Unidos. ¿Cómo es posible entonces que Yoani haga la vuelta al mundo, sufragada por fondos recaudados por detractores de la revolución cubana? ¿Es que acaso cambiaron la definición de mercenario?
Desafortunadamente no es el momento de aportar las pruebas que vinculan a Yoani con la Contrainteligencia cubana y sus expertos en medidas activas, porque la vida de los seres humanos involucrados en este tipo de denuncia es demasiado importante para nosotros. No haremos lo que hizo Fidel cuando, en su frenético y enfermizo intento de denunciar al gobierno de Estados Unidos y sus planes contra Cuba, “quemó” a sus propios agentes, a sus 5 héroes, poniendo en bandeja de plata toda la información que necesitaba el FBI para dar con la conocida Red Avispa.
Esperemos que la nueva Ministra de Propaganda del gobierno castrista, esté lista para el futuro próximo de Cuba, cuando se desclasifiquen las arcas de la seguridad del estado.
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