Isis asesina al segundo periodista japonés Kenji Goto
Al igual que en videos anteriores, un hombre completamente vestido de negro habla junto a Goto, quien se encuentra de rodillas en el piso, vestido de naranja.
“Al gobierno japonés: ustedes, al igual que sus tontos aliados en la coalición satánica, deben entender que nosotros, por la gracia de Dios, somos un califato islámico con autoridad y poder, un Ejército sediento de su sangre”, dice amenazante el miliciano.
Y continúa: ”Abe (por el presidente japonés Shinzo Abe), con tu temeraria decisión de participar en una guerra inganable este cuchillo no sólo masacrará a Kenji, sino que también continuará y causará una carnicería donde sea que esté su gente”.
En el final, lanza una amenaza aún mayor: “Que comience la pesadilla para Japón”.
De acuerdo a la agencia nacional de noticias japonesas, el gobierno se encontraba en este momento trabajando para corroborar la autenticidad de la grabación.
El video termina inmediatamente después de las imágenes de la decapitación de Kenji, sin menciones al otro rehén en poder del ISIS, el piloto jordano Muaz al Kasabeh.
Hasta el día de ayer, seguían las negociaciones entre el gobierno jordano, el japonés y los terroristas del Estado Islámico, que prometían liberar a los rehenes a cambio de que Jordania libere a la iraquí Al Rishawi, una de las yihadistas más peligrosas de la organización islámica.
A pesar de las conversaciones en curso, Jordania desconfiaba de la palabra de ISIS, por lo que había exigido una prueba de vida de Al Kasabeh, al tiempo que había lanzado una dura advertencia: “Maten a nuestro piloto y ejecutaremos a todos sus prisioneros“.
Durante la negociación, Kenji Goto había sido utilizado por los terroristas para transmitir los mensajes. En este contexto, el gobierno japonés temía que su rehén pudiera no formar parte de las negociaciones entre Jordania y el Estado Islámico, aunque el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Nasser Judeh, había rápidamente asegurado que la liberación del periodista formaría parte de cualquier intercambio.
Al igual que en videos anteriores, un hombre completamente vestido de negro habla junto a Goto, quien se encuentra de rodillas en el piso, vestido de naranja.
“Al gobierno japonés: ustedes, al igual que sus tontos aliados en la coalición satánica, deben entender que nosotros, por la gracia de Dios, somos un califato islámico con autoridad y poder, un Ejército sediento de su sangre”, dice amenazante el miliciano.
Y continúa: ”Abe (por el presidente japonés Shinzo Abe), con tu temeraria decisión de participar en una guerra inganable este cuchillo no sólo masacrará a Kenji, sino que también continuará y causará una carnicería donde sea que esté su gente”.
En el final, lanza una amenaza aún mayor: “Que comience la pesadilla para Japón”.
De acuerdo a la agencia nacional de noticias japonesas, el gobierno se encontraba en este momento trabajando para corroborar la autenticidad de la grabación.
“My heart is broken.” Mother of journalist #KenjiGoto mourns death at hands of #ISIS thugs. http://t.co/eXHauab2USpic.twitter.com/MBgldojZ8f
— Jim Roberts (@nycjim) febrero 1, 2015
El video termina inmediatamente después de las imágenes de la decapitación de Kenji, sin menciones al otro rehén en poder del ISIS, el piloto jordano Muaz al Kasabeh.
Hasta el día de ayer, seguían las negociaciones entre el gobierno jordano, el japonés y los terroristas del Estado Islámico, que prometían liberar a los rehenes a cambio de que Jordania libere a la iraquí Al Rishawi, una de las yihadistas más peligrosas de la organización islámica.
A pesar de las conversaciones en curso, Jordania desconfiaba de la palabra de ISIS, por lo que había exigido una prueba de vida de Al Kasabeh, al tiempo que había lanzado una dura advertencia: “Maten a nuestro piloto y ejecutaremos a todos sus prisioneros“.
Durante la negociación, Kenji Goto había sido utilizado por los terroristas para transmitir los mensajes. En este contexto, el gobierno japonés temía que su rehén pudiera no formar parte de las negociaciones entre Jordania y el Estado Islámico, aunque el ministro de Relaciones Exteriores jordano, Nasser Judeh, había rápidamente asegurado que la liberación del periodista formaría parte de cualquier intercambio.